Motivación: pieza clave para el aprendizaje significativo.
La
República.
Santiago
Díaz Muñoz.
Profesor
Universitario y docente de secundaria.
10/06/12
El proceso de enseñanza y
aprendizaje en el siglo XXI ha venido experimentando cambios significativos en
cuanto a las concepciones y roles que
asumen de manera alternativa docente – estudiantes, esto por
cuanto en la sociedad del conocimiento en donde nos encontramos inmersos, no es
de extrañar que ante la vertiginosa transformación que sufre la sociedad e
inminentemente los sistemas educativos resulta pertinente a considerar un
elemento que quizás no se ha analizado en profundidad y que dada su naturaleza
se convierte en un factor clave y en una pieza del rompecabezas del arte del
aprendizaje, me refiero a la motivación para el aprendizaje.
En una pequeña aproximación al término, diremos que la motivación en el aprendizaje es
concebida, a menudo, como un impulso que parte del organismo, como una
atracción que emana del objeto y actúa sobre el individuo. El psicólogo la
considera como el aspecto dinámico de la relación de un sujeto con el mundo. La
motivación concierne a la dirección activa de la conducta hacia ciertas
categorías preferenciales de situaciones o de objetos. Young (1961) la
considera como el proceso para despertar la acción, sostener la actividad en
progreso y regular el patrón de actividad (Cofer y Appley, 1990).
La
motivación es la fuerza que nos mueve a realizar actividades. Estamos motivados
cuando tenemos la voluntad de hacer algo y, además, somos capaces de perseverar
en el esfuerzo que ese algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir
el objetivo que nos hayamos propuesto.
Si nos
trasladamos al contexto educativo y consideramos el carácter intencional de la
conducta humana, parece bastante evidente que las actitudes, percepciones,
expectativas y representaciones que tenga el estudiante de sí mismo, de la
tarea a realizar, y de las metas que pretende alcanzar, constituyen factores de
primer orden que guían y dirigen la conducta del estudiante. Pero para realizar
un estudio completo e integrador de la motivación, no sólo debemos tener en
cuenta estas variables personales e internas sino también aquellas otras
externas, procedentes del contexto en el que se desenvuelven los estudiantes,
que los están influyendo y con los que interactúan.
Tradicionalmente
ha existido una separación casi absoluta entre los aspectos cognitivos y los
afectivo - motivacionales a la hora de estudiar su influencia en el
aprendizaje, en la actualidad, existe un creciente interés en estudiar ambos
tipos de componentes de forma integrada. "Se puede afirmar que el
aprendizaje se caracteriza como un proceso cognitivo y motivacional a la
vez" en consecuencia, para aprender es imprescindible "poder"
hacerlo, lo cual hace referencia a las capacidades, los conocimientos, las
estrategias, y las destrezas necesarias (componentes cognitivos), pero además
es necesario "querer" hacerlo, tener la disposición, la intención y
la motivación suficientes (componentes motivacionales).
Los
especialistas más destacados en este tema opinan que, para tener buenos
resultados académicos, los alumnos necesitan poseer tanto "voluntad"
como "habilidad", lo que conduce a la necesidad de integrar ambos
aspectos.
Nos
centraremos fundamentalmente en analizar la motivación del estudiante tanto
desde una perspectiva personal como contextual ambas integradas por tres
principales componentes: la expectativa,
el valor y el componente afectivo.
Hasta
cierto punto queda claro que el estar motivado para aprender no depende
exclusivamente del alumno, aunque este lleva un compromiso enorme, ya que si
bien el motivarse implica una capacidad o facultad inherente a quien se educa
el docente juega un papel preponderante en el proceso de formación, ya que al
docente le corresponde:
1.
Presentar
información sorprendente.
2.
Plantear
problemas relevantes.
3.
Relacionar
con el saber previo.
4.
Situar en
objetivos globales.
5.
Señalar
objetivos específicos.
6.
Explicitar
la utilidad del aprendizaje.
7.
Anticipar
esquema de contenidos.
Resulta
vital que el docente replantee su labor pedagógica en la formación del joven
que se educa, esto porque de la motivación que este tenga el docente verá
concretizados sus logros y objetivos trazados con anterioridad. Para el
análisis de los factores que encierran el término motivación tendríamos que
ahondar en aspectos más específicos entre ellos el interés, el gozo personal,
el disfrute por el aprendizaje, las iniciativas, el compromiso, la satisfacción
en el cumplimiento de las tareas, la relevancia, el nivel de significatividad
que represente el nuevo conocimiento, la aprehensión e interiorización que se alcance
en el proceso educativo, la libertad, el grado de autonomía, las expectativas y
logros y metas que se deseen obtener.
Desde
esta perspectiva, vemos que la motivación encierra muchos tesoros más: el
autodescubrimiento, la indagación, la pertinencia, funcionalidad, relevancia
que adquieren los saberes adquiridos. La educación encierra un tesoro, ese
proceso de socialización e interacción que logra el fenómeno educativo es
incomparable para el sujeto quien se forma, el significado real debe estar
implícito e intrínseco en lo más profundo del ser humano. Esa sensación que lo
mueva a emprender, esa avidez por lo nuevo, por el saber, por lo creativo, por
el arte, esa voluntad, deseo, aspiración, disposición y compromiso son en
definitiva lo que inclina la balanza en la motivación por aprender.
La
familia como institución social por naturaleza tiene una ardua tarea en el
aprendizaje del sujeto educable, esto porque es transmisora de valores,
modeladora de hábitos, de conductas y de perfiles. La familia en conjunto con
el centro educativo deben convertirse en promotores activos del arte de motivar
para el aprendizaje. Si bien la familia se constituye en un pilar y soporte
para esta misión, el sistema educativo aporta otro elemento importante la
figura del docente como figura adyacente al alumno debe procurar ofrecer las
mejores condiciones y alternativas para propiciar espacios de formación acordes
a las necesidades, expectativas, y proyectos de vida de cada ser humano.
El
docente mediante una metodología que implique creatividad, ingenio, innovación,
participación, diversidad, integralidad, humanismo, flexibilidad, respeto,
tolerancia, arraigo, sentido de pertenencia, tolerancia, eficacia, efectividad,
nivel de logro, reconocimiento individual ha de hacer partícipe al sujeto que
aspire y esté motivado por aprender.
Hemos
hecho un recuento por las distintas variables que encierra el fenómeno
motivacional en el sujeto que aprende, enfatizando su yo interno, el aspecto
emocional, el contexto en el que se desenvuelve, la familia como componente
vital para reforzar este principio, la institución educativa como responsable
de lograr este cometido cobijada en la figura del docente como recurso vital
para la consecución de la meta.
Sigo
creyendo que somos responsables de nuestro destino y devenir, al ser parte de
la creación divina evolucionamos, sufrimos transformación y metamorfosis para
bien y para mal, pero en el acto de aprender hemos de saber que la motivación
(sea intrínseca o extrínseca) es un asunto personal. Somos los que tenemos voz
y voto en cuánto queremos aprender, en qué verdaderamente es importante y de
qué manera llevamos a la práctica ese nuevo conocimiento. Nos corresponde
discernir entre lo bueno y lo malo, lo útil y lo superfluo, solo así
encontraremos por fin ese don tan cotizado en los tiempos modernos que se
llama: aprendizaje significativo, el
cual nos dará las herramientas para ser competentes en esta sociedad de profundas
transformaciones y cambios y nos encauzará para la búsqueda de una calidad de
vida acorde con nuestro bienestar personal en la dinámica social contemporánea.
Hola bienvenido a este espacio académico - formativo cuya finalidad versa sobre el pensamiento crítico - creador en el contexto de la Educación Superior y propiamente en el accionar del docente universitario.
ResponderEliminarEl uso del pensamiento en el ámbito educativo implica un riguroso estudio para comprender su funcionamiento y aplicabilidad a diferentes escenarios de formación y contextos de enseñanza y aprendizaje permanentes en el individuo que se educa a lo largo de su vida.
Disfrútelo
Mis más sinceros deseos...
Comparto con usted compañero en que somos los responsables de nuestro destino y por ello, como docentes tenemos un alto grado de responsabilidad en el estudiante, pero no solamente nosotros sino todo el entretejido social en el que se ve inmerso el estudiante (familia, amigos, etc).
ResponderEliminarsí en eso tienes completamente la razón, pero si concebimos la motivación como un asunto estrictamente personal nos daremos cuenta que al fin y al cabo todos los implicados en el proceso de enseñanza y aprendizaje juegan un papel importante al mismo. Claro para emprender recuerda que se requiere un compromiso, una voluntad, iniciativa de querer ser mejor, es decir, la motivación es ese combustible,esa gasolina que le da sentido a nuestro motor (metas, aspiraciones, objetivos), entonces considero que el peso en la motivación recae en el propio individuo y el entorno le complementa significativamente tal conducta en la consecución de su proyecto de vida educable.
EliminarHola Santiago:
ResponderEliminarDando continuidad a la idea con la cual cierra su refelxión, la acotación sobre tener una responsabilidad compartida en el proceso de aprendizaje (y de motivación), le propongo una lista paralela y complementaria a la presentada por Ud:
Presentar información sorprendente... y/o Indagar qué les parece sorprendente a los y las estudiantes.
Plantear problemas relevantes... y/o pedir a los y las estudiantes que planteen problemas que consideran relevantes.
Relacionar con el saber previo y/o pedir a los y las estudiantes que piensen sobre lo que les ayuda u obstaculiza en su aprendizaje o desempeño laboral.
Situar en objetivos globales... y/o pedirles describan cómo se ven en ellos.
Señalar objetivos específicos...y/o pedirles que compartan sus objetivos en relación a la carrera, materia o tarea, y qué estrategias proponen emplear para lograrlos.
Explicitar la utilidad del aprendizaje... y/o pedirles que compartan sus reflexiones sobre la utilidad que perciben tiene lo que están haciendo y cómo lo están haciendo.
Anticipar esquema de contenidos... y/o pedirles compartan sus percepciones sobre el tipo de contenidos que ´consideran podría ser de utilidad para alcanzar metas de comprensión definidas conjuntamente.
Saludos compañera, muy atinente la lista complementaria a la participación de Santiago que propones para motivar al estudiante, todas ellas son estrategias para incentivar en el estudiante gusto, interés y reflexión por el aprendizaje.
EliminarSantiago;
ResponderEliminarResumería su aporte en la frase que usted resalta: el aprendizaje significativo. La forma en que una clase cambia cuando el entorno tiene sentido para el estudiante es relevante y digna de seguir aprovechando. Cuando el estudiante halla sentido a lo que hace, todo adquiere una dimensión distinta.