domingo, 10 de junio de 2012

Motivación: pieza clave para el aprendizaje significativo.




Motivación: pieza clave para el aprendizaje significativo.


La República.
Santiago Díaz Muñoz.
Profesor Universitario y docente de secundaria.
10/06/12

 
     El proceso de enseñanza y aprendizaje en el siglo XXI ha venido experimentando cambios significativos en cuanto a las concepciones y roles que  asumen de manera alternativa docente – estudiantes, esto por cuanto en la sociedad del conocimiento en donde nos encontramos inmersos, no es de extrañar que ante la vertiginosa transformación que sufre la sociedad e inminentemente los sistemas educativos resulta pertinente a considerar un elemento que quizás no se ha analizado en profundidad y que dada su naturaleza se convierte en un factor clave y en una pieza del rompecabezas del arte del aprendizaje, me refiero a la motivación para el aprendizaje.
     En una pequeña aproximación al término, diremos que la motivación en el aprendizaje es concebida, a menudo, como un impulso que parte del organismo, como una atracción que emana del objeto y actúa sobre el individuo. El psicólogo la considera como el aspecto dinámico de la relación de un sujeto con el mundo. La motivación concierne a la dirección activa de la conducta hacia ciertas categorías preferenciales de situaciones o de objetos. Young (1961) la considera como el proceso para despertar la acción, sostener la actividad en progreso y regular el patrón de actividad (Cofer y Appley, 1990).
     La motivación es la fuerza que nos mueve a realizar actividades. Estamos motivados cuando tenemos la voluntad de hacer algo y, además, somos capaces de perseverar en el esfuerzo que ese algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir el objetivo que nos hayamos propuesto.
     Si nos trasladamos al contexto educativo y consideramos el carácter intencional de la conducta humana, parece bastante evidente que las actitudes, percepciones, expectativas y representaciones que tenga el estudiante de sí mismo, de la tarea a realizar, y de las metas que pretende alcanzar, constituyen factores de primer orden que guían y dirigen la conducta del estudiante. Pero para realizar un estudio completo e integrador de la motivación, no sólo debemos tener en cuenta estas variables personales e internas sino también aquellas otras externas, procedentes del contexto en el que se desenvuelven los estudiantes, que los están influyendo y con los que interactúan.
     Tradicionalmente ha existido una separación casi absoluta entre los aspectos cognitivos y los afectivo - motivacionales a la hora de estudiar su influencia en el aprendizaje, en la actualidad, existe un creciente interés en estudiar ambos tipos de componentes de forma integrada. "Se puede afirmar que el aprendizaje se caracteriza como un proceso cognitivo y motivacional a la vez" en consecuencia, para aprender es imprescindible "poder" hacerlo, lo cual hace referencia a las capacidades, los conocimientos, las estrategias, y las destrezas necesarias (componentes cognitivos), pero además es necesario "querer" hacerlo, tener la disposición, la intención y la motivación suficientes (componentes motivacionales).
     Los especialistas más destacados en este tema opinan que, para tener buenos resultados académicos, los alumnos necesitan poseer tanto "voluntad" como "habilidad", lo que conduce a la necesidad de integrar ambos aspectos.
     Nos centraremos fundamentalmente en analizar la motivación del estudiante tanto desde una perspectiva personal como contextual ambas integradas por tres principales componentes: la expectativa, el valor y el componente afectivo.
     Hasta cierto punto queda claro que el estar motivado para aprender no depende exclusivamente del alumno, aunque este lleva un compromiso enorme, ya que si bien el motivarse implica una capacidad o facultad inherente a quien se educa el docente juega un papel preponderante en el proceso de formación, ya que al docente le corresponde:
1.    Presentar información sorprendente.
2.    Plantear problemas relevantes.
3.    Relacionar con el saber previo.
4.    Situar en objetivos globales.
5.    Señalar objetivos específicos.
6.    Explicitar la utilidad del aprendizaje.
7.    Anticipar esquema de contenidos.
     Resulta vital que el docente replantee su labor pedagógica en la formación del joven que se educa, esto porque de la motivación que este tenga el docente verá concretizados sus logros y objetivos trazados con anterioridad. Para el análisis de los factores que encierran el término motivación tendríamos que ahondar en aspectos más específicos entre ellos el interés, el gozo personal, el disfrute por el aprendizaje, las iniciativas, el compromiso, la satisfacción en el cumplimiento de las tareas, la relevancia, el nivel de significatividad que represente el nuevo conocimiento, la aprehensión e interiorización que se alcance en el proceso educativo, la libertad, el grado de autonomía, las expectativas y logros y metas que se deseen obtener.
     Desde esta perspectiva, vemos que la motivación encierra muchos tesoros más: el autodescubrimiento, la indagación, la pertinencia, funcionalidad, relevancia que adquieren los saberes adquiridos. La educación encierra un tesoro, ese proceso de socialización e interacción que logra el fenómeno educativo es incomparable para el sujeto quien se forma, el significado real debe estar implícito e intrínseco en lo más profundo del ser humano. Esa sensación que lo mueva a emprender, esa avidez por lo nuevo, por el saber, por lo creativo, por el arte, esa voluntad, deseo, aspiración, disposición y compromiso son en definitiva lo que inclina la balanza en la motivación por aprender.
     La familia como institución social por naturaleza tiene una ardua tarea en el aprendizaje del sujeto educable, esto porque es transmisora de valores, modeladora de hábitos, de conductas y de perfiles. La familia en conjunto con el centro educativo deben convertirse en promotores activos del arte de motivar para el aprendizaje. Si bien la familia se constituye en un pilar y soporte para esta misión, el sistema educativo aporta otro elemento importante la figura del docente como figura adyacente al alumno debe procurar ofrecer las mejores condiciones y alternativas para propiciar espacios de formación acordes a las necesidades, expectativas, y proyectos de vida de cada ser humano.
     El docente mediante una metodología que implique creatividad, ingenio, innovación, participación, diversidad, integralidad, humanismo, flexibilidad, respeto, tolerancia, arraigo, sentido de pertenencia, tolerancia, eficacia, efectividad, nivel de logro, reconocimiento individual ha de hacer partícipe al sujeto que aspire y esté motivado por aprender.
     Hemos hecho un recuento por las distintas variables que encierra el fenómeno motivacional en el sujeto que aprende, enfatizando su yo interno, el aspecto emocional, el contexto en el que se desenvuelve, la familia como componente vital para reforzar este principio, la institución educativa como responsable de lograr este cometido cobijada en la figura del docente como recurso vital para la consecución de la meta.
     Sigo creyendo que somos responsables de nuestro destino y devenir, al ser parte de la creación divina evolucionamos, sufrimos transformación y metamorfosis para bien y para mal, pero en el acto de aprender hemos de saber que la motivación (sea intrínseca o extrínseca) es un asunto personal. Somos los que tenemos voz y voto en cuánto queremos aprender, en qué verdaderamente es importante y de qué manera llevamos a la práctica ese nuevo conocimiento. Nos corresponde discernir entre lo bueno y lo malo, lo útil y lo superfluo, solo así encontraremos por fin ese don tan cotizado en los tiempos modernos que se llama: aprendizaje significativo, el cual nos dará las herramientas para ser competentes en esta sociedad de profundas transformaciones y cambios y nos encauzará para la búsqueda de una calidad de vida acorde con nuestro bienestar personal en la dinámica social contemporánea.

6 comentarios:

  1. Hola bienvenido a este espacio académico - formativo cuya finalidad versa sobre el pensamiento crítico - creador en el contexto de la Educación Superior y propiamente en el accionar del docente universitario.
    El uso del pensamiento en el ámbito educativo implica un riguroso estudio para comprender su funcionamiento y aplicabilidad a diferentes escenarios de formación y contextos de enseñanza y aprendizaje permanentes en el individuo que se educa a lo largo de su vida.
    Disfrútelo
    Mis más sinceros deseos...

    ResponderEliminar
  2. Comparto con usted compañero en que somos los responsables de nuestro destino y por ello, como docentes tenemos un alto grado de responsabilidad en el estudiante, pero no solamente nosotros sino todo el entretejido social en el que se ve inmerso el estudiante (familia, amigos, etc).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. sí en eso tienes completamente la razón, pero si concebimos la motivación como un asunto estrictamente personal nos daremos cuenta que al fin y al cabo todos los implicados en el proceso de enseñanza y aprendizaje juegan un papel importante al mismo. Claro para emprender recuerda que se requiere un compromiso, una voluntad, iniciativa de querer ser mejor, es decir, la motivación es ese combustible,esa gasolina que le da sentido a nuestro motor (metas, aspiraciones, objetivos), entonces considero que el peso en la motivación recae en el propio individuo y el entorno le complementa significativamente tal conducta en la consecución de su proyecto de vida educable.

      Eliminar
  3. Hola Santiago:

    Dando continuidad a la idea con la cual cierra su refelxión, la acotación sobre tener una responsabilidad compartida en el proceso de aprendizaje (y de motivación), le propongo una lista paralela y complementaria a la presentada por Ud:

    Presentar información sorprendente... y/o Indagar qué les parece sorprendente a los y las estudiantes.

    Plantear problemas relevantes... y/o pedir a los y las estudiantes que planteen problemas que consideran relevantes.

    Relacionar con el saber previo y/o pedir a los y las estudiantes que piensen sobre lo que les ayuda u obstaculiza en su aprendizaje o desempeño laboral.

    Situar en objetivos globales... y/o pedirles describan cómo se ven en ellos.

    Señalar objetivos específicos...y/o pedirles que compartan sus objetivos en relación a la carrera, materia o tarea, y qué estrategias proponen emplear para lograrlos.

    Explicitar la utilidad del aprendizaje... y/o pedirles que compartan sus reflexiones sobre la utilidad que perciben tiene lo que están haciendo y cómo lo están haciendo.

    Anticipar esquema de contenidos... y/o pedirles compartan sus percepciones sobre el tipo de contenidos que ´consideran podría ser de utilidad para alcanzar metas de comprensión definidas conjuntamente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Saludos compañera, muy atinente la lista complementaria a la participación de Santiago que propones para motivar al estudiante, todas ellas son estrategias para incentivar en el estudiante gusto, interés y reflexión por el aprendizaje.

      Eliminar
  4. Santiago;
    Resumería su aporte en la frase que usted resalta: el aprendizaje significativo. La forma en que una clase cambia cuando el entorno tiene sentido para el estudiante es relevante y digna de seguir aprovechando. Cuando el estudiante halla sentido a lo que hace, todo adquiere una dimensión distinta.

    ResponderEliminar